Add parallel Print Page Options

»Nadie es santo como el Señor;
    no hay roca como nuestro Dios.
    ¡No hay nadie como él!

»Dejad de hablar con tanto orgullo y altivez;
    ¡no profiráis palabras soberbias!
El Señor es un Dios que todo lo sabe,
    y él es quien juzga las acciones.

»El arco de los poderosos se quiebra,
    pero los débiles recobran las fuerzas.

Read full chapter